Científicos asturianos esclarecen por qué la melatonina retarda el envejecimiento

Un grupo de la Universidad de Oviedo corrobora que la hormona está presente en numerosos productos naturales

Una investigación en la que ha participado un grupo de la Universidad de Oviedo ha servido para aclarar parcialmente los mecanismos mediante los que la melatonina ralentiza el envejecimiento. El trabajo ha corroborado que un amplio elenco de alimentos naturales de uso habitual contienen melatonina, una hormona que también es producida en pequeñas cantidades por el organismo humano.

«La hipótesis que defendemos, y que consideramos muy factible, es que la melatonina neutraliza la concentración de radicales libres y eso es lo que detiene el proceso de envejecimiento», explica Pepa Rodríguez Colunga, profesora titular de Biología Celular de la Universidad de Oviedo, quien precisa que los radicales libres son moléculas inestables que se forman a partir de oxígeno y nitrógeno y que provocan estrés oxidativo. Se trata de elementos que contribuyen al proceso de envejecimiento al empujar a otras moléculas a autodestruirse.

El estudio ha sido llevado a cabo por la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, integrada también por científicos de las universidades de Granada, Sevilla, Zaragoza, Barcelona y Reus. En el trabajo se han empleado unos 600 ratones distribuidos en dos grupos: unos normales y otros que presentaban un proceso de envejecimiento acelerado tras haber sido sometidos a una serie de cruces endogámicos. Estos últimos fueron traídos de Japón.

«Los resultados podrían ser aplicables al ser humano», explica Ana Coto Montes, profesora doctora contratada de Biología Celular. Completan el grupo asturiano Delio Tolivia, profesor titular de Biología Celular, y los becarios Beatriz Caballero, Ignacio Vega Naredo y Covadonga Huidobro. Los trabajos se prolongaron a lo largo de tres años.

Vino, fresa, frutos secos...

«En general, la melatonina fue muy útil, porque redujo el daño provocado por el envejecimiento en la mayoría de los parámetros que estudiamos», precisa Ana Coto, quien agrega que los investigadores centraron su atención en los efectos sobre tres órganos: cerebro, timo y bazo. Su observación fue inequívoca: la melatonina disminuyó o erradicó algunos de los daños habituales en estas partes del organismo de los roedores.

Asimismo, los investigadores pusieron de relieve que alimentos como el vino tinto, la fresa, el plátano, numerosos tipos de frutos secos, el maíz, la avena o la cereza son muy beneficiosos por su alto contenido en melatonina. Por el momento, se desconoce si esta hormona está presente en la sidra.

La melatonina es una hormona generada fundamentalmente por la glándula pineal, situada en el centro del cerebro. Entre otros efectos, retrasa el daño oxidativo y los procesos neurodegenerativos. La producción de esta sustancia no es continua, sino que se concentra en los períodos nocturnos. En consecuencia, una exposición a la luz de forma permanente puede llegar a ocasionar la muerte. La segregación de melatonina va disminuyendo con el avance de la edad.

En España está prohibida la venta de melatonina, razón por la cual hoy por hoy no es posible efectuar una investigación de estas características en humanos. Sin embargo, en otros países, como el caso de Estados Unidos, se ha convertido en un elemento de consumo relativamente habitual. En Italia se ha adoptado una decisión intermedia: está autorizada para uso hospitalario. «Ciertamente, todavía no se conocen los efectos a largo plazo», indica Rodríguez Colunga.

Ana Coto subraya que una de las líneas de fuerza de la investigación parte de un cambio conceptual operado en los últimos tiempos: el envejecimiento no es el resultado de una acumulación de procesos patológicos, pues la experiencia empírica demuestra que muchas personas envejecen sin enfermar. La clave estriba, por lo tanto, en «averiguar por qué unos individuos envejecen sanos y otros envejecen enfermos».

www.lne.es


Key Melatonin
www.melatonina.es